Puedo ser mariposa y coche fúnebre
Metamorfizarme mientras cargo el cadáver
Es una experiencia reveladoramente lúgubre
Que la inocencia y la vida de raíz se extraen
En el último andén del tranvía, me despedí de el amor, hasta siempre insoportable putrefaccion inefable, el hedor y la destrucción desolable
Valió la pena verte, liberarnos de ese dolor
Me hiciste prometer que tendrías el valor hasta que tus dedos quedasen verdes y el humo en espirales se colara entre los caireles, colgando de las lámparas como lágrimas el humo azul
Observo movimiento, Siento que mi pulso revienta y si me aplastaran los caireles no me arrepiento porque hoy decidí mi muerte y que porqué he de ser por otros fuerte, cuando pisaron mis manos hasta no poder leerles la suerte
Espero conocer otro plano y que me abrace un viento
Y que podamos cruzar el puente
Sedando mis voces hasta no respirar
Pero nunca dudar
Valio la pena verte